NOTA a 29/07/2017: Me apetecía volver a re-publicar esta e-reflexión, porque sigue estando de actualidad, por desgracia…
Otra e-reflexión sobre el control de la privacidad en la Red
La verdad es que estoy bastante sorprendido -bueno, es una forma de hablar-, y no gratamente, acerca de la intención del Gobierno de contemplar la introducción de troyanos en equipos informáticos de presuntos sospechosos para luchar contra el cibercrimen. Vamos, apagar el fuego con más fuego… Como si un verdadero hacker no pudiera saltarse ‘a la torera’ esa ‘chapuza’ que se pretende, y que estoy casi totalmente convencido de que ha surgido de una ‘cabecita’ que no conoce demasiado bien cómo funciona Internet.
Los hackers deben estar riéndose a gusto con esta proposición que nos hacen nuestros dirigentes, bueno, alguno de ellos, que también hay políticos inteligentes, decentes, honrados y que se preocupan por el bienestar de sus conciudadanos, a los que sirven. Lamentablemente, sospecho que a esos políticos buenos no se les presta, no les prestamos la atención que debiéramos…
No sé, pero creo que moralmente no es nada aceptable porque ¿cómo se demuestra realmente que se ha vigilado a personas presuntamente culpables de un delito? ¿Hecha la ley, no estará hecha la trampa, como la sabiduría popular afirma? ¿Al introducir un troyano -probablemente en equipos bajo sistemas operativos Windows, que es lo que la mayor parte de gente utiliza, por desgracia- no se podrá crear ‘falsas pistas’ si los responsables de dicha investigación son corruptos, cosa que por desgracia cada día vemos más? Y no quiero decir con esto que el cuerpo de la policía -que sería la encargada de llevar ‘este tema’- sea corrupto, pero los que manejan el ‘cotarro’, nuestros queridos políticos, ya no son al cien por cien de fiar, por desgracia…