Considera esto como otra e-reflexión…
Valencia, 12/11/2012, G.B.
Hace ya tiempo que el término ‘Marketing Social‘ anda rondando mi cabeza. Creo que es algo que llevo intentando aplicar desde hace tiempo con alguno de mis proyectos, aunque no me había parado a darle un nombre, aunque sí ‘el contexto‘. Y con eso no quiero decir, y mucho menos dejar intuir, que lo halla conseguido, al menos no del todo, no como espero. Bueno, vayamos al grano: ¿Qué es pues el marketing social? Si nos vamos a la muy manida pero también muy útil Wikipedia, encontraremos la siguiente definición:
Marketing social la aplicación de las técnicas del marketing comercial para el análisis, planeamiento, ejecución y evaluación de programas diseñados para influir en el comportamiento voluntario de la audiencia objetivo en orden a mejorar su bienestar personal y el de su sociedad”. Esta definición pertenece a Alan Andreasen y fue publicada en su libro Marketing Social Change. Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/Marketing_social
Desenredando un poco esa definición -o seguramente enredándola más-, yo diría que es el marketing o mercadotecnia aplicada a fines sociales, cuyos objetivo es el beneficio de un determinado fin o grupo social o, haciéndolo extensivo si es posible, a toda la sociedad. Sus actores y destinatarios son la misma sociedad. Sería la cara altruista del marketing, la que no tiene como fin el beneficio económico, sino el beneficio social, teniendo como ideario e instrumentos el desarrollo sostenible, la eficiencia, el medio ambiente, la verdadera justicia social… Eso no implica que tenga que ser un ‘fiasco’ a nivel económico, sino que, simplemente, su objetivo principal es -o debiera ser- mejorar alguna parcela de la sociedad a la vez que se realiza una determinada empresa. Podemos enlazar el marketing social con la llamada Responsabilidad Social Corporativa (RSC). El Marketing Social parte de un análisis exhaustivo de los recursos necesarios para obtener el fin social esperado, fruto a su vez de un análisis también exhaustivo de la necesidad de ese fin -social- y el contexto en el que se enmarcan o se enmarcarán las acciones y la metodología para conseguirlo.
¿Me he enredado, os he enredado? Tal vez, tal vez, pero a pesar de ello, creo que lo tengo claro, aunque no sea capaz de trasmitirlo en estos locas líneas. De todas formas, creo que el marketing social es hoy más que nunca necesario, ya que ahora disponemos de las herramientas para poder llevarlo a cabo, cada uno desde su parcela, contribuyendo con nuestro pequeñito grano de arena, sin esperar el reconocimiento, la fama, el éxito, sino la satisfacción que sólo se alcanza cuando consigues mejorar un poquito, una pizca, este ‘tinglado’ tan sumamente extraño y artificial que hemos montado -o ayudado a montar de forma inconsciente- entre todos. Ya me he quedado tranquilo…
Por último, y por si os interesa, os dejo un enlace a una nota de prensa sobre el Marketing 3.0 que recibí y publiqué en su día aquí.
Buenas noches.