Otra e-reflexión…
Valencia, 17/07/2013, G.B.
Debo reconocer que no he probado -ni querido probar- el servicio de mensajería ‘gratuito’ que está haciendo furor; me refiero a WhatsApp. Y no lo he querido probar porque yo ya llevo demasiados años ‘esclavo’ por obligación de la tecnología, aunque me guste (no ser esclavo, sino los beneficios que nos ofrece o puede ofrecernos la misma…).
El caso es que esos beneficios no los veo del todo claros con WhatsApp. Y no es por el servicio en sí, sino por el uso y abuso que le están dando una importante parte de nuestra población ‘activa’ en esto de las comunicaciones. Voy a ser mucho más específico y bajarme de las ramas: hablo, apunto, señalo hacia la población pre-adolescente y adolescente, principalmente. Porque las cosas no son buenas ni malas en sí; depende del uso, la utilidad (y frecuencia…) que les demos.
Y digo todo esto -aunque probablemente no sea nada popular- porque hoy me ha sorprendido cierta pre-adolescente (mi hija) sintiéndose fatal, aislada de sus amig@s, acomplejada, marginada,… todo ello y más simplemente por no disponer de WhatsApp He sido ‘mal padre’ y no he cedido ante su requerimiento, su deseo de disponer de el famosos servicio de mensajería ‘gratuito’ (recordemos que debes de disponer de una conexión a Internet móvil para poder ‘aprovecharte’ de este servicio de mensajería ‘gratis’. Tanto su madre como yo le hemos dado nuestras razones, tal vez ‘viejunas‘, pero en vista de lo que hemos visto, valga la pseudo-redundancia, ambos dos creemos sinceramente que a pesar de lo que parezca a primera vista, le estamos haciendo un favor. Creo que no nos estamos equivocando, aunque todo es posible; es el riesgo que asumimos en cuanto a la educación de nuestra hija. Nadie es perfecto, ¿verdad?
Lo que sí considero que es verdad, o al menos se acerca mucho a la idea, es la cantidad de tonterías y el tiempo perdido, muchas veces ‘ganado’ para fomentar el ‘mal rollo’, que he podido comprobar que genera gran parte del tiempo que los pre-adolescentes y adolescentes dedican a utilizar WhatsApp. Muchos de ellos ya lo prefieren a utilizar un ordenador, ni qué decir que a leer un libro, o quedar con sus amigos y amigas… Sinceramente, creo que aquí más que una evolución estamos viviendo una involución disfrazada de avance tecnológico. Simplemente creo que es un avance en cuanto a ‘marketing de enganche’.
Espero no haber ofendido demasiado a nadie, aunque si lo he hecho, pues eso, a lo hecho, pecho!
Buenas noches!